Hoy, de repente.

Pongo en el CD Rom de la computadora 5 de este cybercafé el disco Febrero 13 Volumen 2 de Fernando Delgadillo. Intento tomar ideas para escribir ideas que necesitan salir pero sin forma les da miedo ser leídas.

Lo más probable es que el mañana me escape para despedirme de estas hojas electrónicas pero hoy siento explosiones en mi pecho exigiendo ser escupidas por mis llemas.

Hoy, de repente, quiero quedarme. Quiero que sean las 10pm en Mexicali y estar en el cybercafé de a tres cuadras de mi casa. A tres cuadras de mi mamá y de mi hermana. A una hojeada de lo que siempre he visto y conocido.

Hoy, de repente, volví a buscar con la certeza de las dos ocasiones anteriores y sentí rechazo... tal vez casual, tal vez definitivo.

Hoy, de repente, me encontré entre plantas, hojas, flores, ramas, arbustos y deseaba buscar, deseaba estar y pensé que no encontraría ni estaría dentro de poco, sino dentro de mucho, tal vez no tanto.

Hoy, de repente, vuelvo a sentirme un niño frágil. Vuelvo a querer un abrazo. Vuelvo a necesitarlo. Vuelvo a renunciarle. Vuelvo a pensar -"¿Qué diablos estás haciendo...?"-. Con mi vida, con mi futuro, con la palabra tabú, con todo, con mis manos, con mis pies, con mis ojos, con mi boca. ¿Quién diablos soy para pensar lo que pienso de lo que pienso? ¿Yo quién soy para existir? ¿Con qué cara camino en este mundo sin fé en nada? Murieron millones de seres para que hoy, de repente, se me ocurran las cosas que se me ocurren y camine hacia donde quiero caminar y ver lo que quiera ver. Siento tanta culpabilidad por estar respirando. No quiero influir en nadie ni nada. Me da fobia.

Hoy, de repente, volví a sentir desilución.

Hoy, de repente, tengo mucho mucho miedo...

Hoy, de repente... de repente sé que voy a estar esta noche solo escribiendo y sintiéndome igual pero ahora en medio de nadie.

Hoy, de repente, recordé al pequeño vampiro que nadie quiere ni entiende. Hoy de repente quiero ser estudiante de otra cosa, tener otra cara, otro cuerpo, otra personalidad.

Maldito malviaje... hoy, de repente, me despido esperando escribir mañana algo menos trágico y enfadoso.