domingo, 3 de octubre de 2010

Nocturno Op. 9 No. 2 en Ebm


Ya ni siquiera me acuerdo lo grande que éramos. Como el recuerdo de aquel ser querido fallecido hace quince años. Se van destiñendo las escenas que se ven resagadas en un éxodo hacia el olvido. Llueven recuerdos de una estrella perdedora que salía antes que todas... siempre en soledad. Estrella que terminó siendo Venus... Quetzalcóatl... sabiduría ancestral y cualquier adjetivo contrario a lo que la palabra "perdedor" podría sugerir.

Recuerdo el encuentro de creatividades artísticas con apenas unos vagos resultados grabados en cassette. Tan vagos que se perdieron. Recuerdo una alacena llena de todo lo mejor que un niño quisiera en la casa de sus abuelos. Recuerdo un aire acondicionado de alta eficiencia que me hacía querer estar ahí siempre... y que a la vez me permitía disfrutar los madrazos del Sol ahí afuera.

Recuerdo a Toots & The Maytals, Inspector, Jamiroquai, Enanitos Verdes, Café Tacvba.

Recuerdo fotos... te recuerdo a ti hablando con la "che". Recuerdo a tu tía corriéndonos y pidiendo que volviéramos cuando tus papás estuvieran en casa.

Recuerdo unas cuantas tardes bailando sonámbulo.

Aun a pesar de esos recuerdos creo que no te recuerdo a ti. Ya no estoy seguro de qué pasó todo ese tiempo antes de que decidieras irte. Ya no hay nada qué lamentarse... no hay muerto a quién llorarle. Ya no estoy seguro de qué fuimos por hay del 2001. Ya se volvió absurdo deprimirme cada día de la Revolución Mexicana.

De todos modos... no puedo evitar sentirme triste cada que se escucha el nocturno.

Te extraño... te extraño como no te imaginas. Lo peor es que ni me acuerdo qué extraño de tí.