No me gusta tener un blog depresivo y en eso lo estoy conviertiendo...

Ocupo cosas que ni yo se...

Estoy rechazando los ojos y oídos de quienes me han visto y escuchado en el pasado. Me siento muy culpable de muchas cosas y no puedo estar en paz. Quiero estar cerca de Japón, Carmela, Jamón, Niño Chichón, Pomeriano, Fabo, Vivis, Jefa Rosa, Castor... necesito sentir paz. Se que no es congruente agruparlos a todos pero necesito sentir que todo está bien.

Ya entendí cuál es la parte difícil que tanto se menciona cuando cambias de vida. Lo difícil es la adaptación, es no sentirse agusto con nadie, en ningún lugar. La sensación de vacío. El querer compañía y no disfrutarla. El preferir estar solo deseando estar con alguien. Desear que al llegar a tu casa en la puerta principal esté una carta sorpresiva que contenga palabras de un extraño... o de quien sea. La urgencia de meter a alguien en tu vida, en tus días. Buscar quién sabe qué y no encontrar nada. La asfixiante necesidad de que alguien llegue de la nada, para hablar, sentirte importante para alguien para quien sabes que no eres indispensable. Si además le agregas los demonios que vienes cargando todo se vuelve estresante.

Si las cosas salieran al momento en que ocurren no habría dificultad pero se guardan y lo complican todo. Voy caminando intentando hacer lo que comúnmente se hace mientras arrastro mis idioteces. ¿Se supone que debo quedarme sentado para esperar que se evaporen? No tengo todas las respuestas... ni siquiera las de las dudas que yo provoco.

¿Voy bien, Tata y Tío Blas)? ¿Qué harían ustedes? ¿Qué hicieron ustedes? ¿Qué hago yo? Está mal buscar fuera las respuestas para lo que hay adentro pero siempre espero a que alguien desida por mi, siempre desido mal. Hasta ahora creo que si estoy como estoy es por mis desiciones pero nadie debe desidir por mi, ¿no? Aaahhh... no debería publicar ésto.