lunes, 13 de marzo de 2006

Don Bilbo

Lo último que he escrito ha sido muy vanal. No digo que escriba pura cosas sabias o verdades universales pero trato de expresar sólo pensamientos trascendentales y no lo he hecho últimamente. Si me preguntas el por qué... tal vez se debe a que lo reflexivo y pensativo me viene en compañía de la nostalgia y la depresión y en estos momentos no ando mal. Ayer vi El Señor de los Anillos, la primera parte (La Comunidad del Anillo). Esto sigue siendo vanal, ¿no? Por cierto... ¿quién es el Sr. de los Anillos? Frodo recibe la tarea de llevar el Anillo a Nosedónde y es acompañado por Sam, otro Hobbit [supongo que la mayoría ha visto ya el filme o mínimo se saben la historia, ¿no?]. A lo que voy es a lo siguiente. Al comenzar la travesía Frodo recuerda que su tío, Bilbo Bagins, en cierta ocación le dijo algo que ni me acuerdo con exactitud como hiba, pero era poco más o menos "debes vigilar tus pies en el camino pues pueden llevarte a lugares que no habías pensado"... creo que está muy diferente pero la cosa es que me puso a pensar. No se si estoy en la misma frecuencia de Don Bilbo pero lo que leí en los subtítulos me hizo las veces de motores propulsores para mi mente y comenzé un viaje dentro de mi cabeza. Cuando decides comenzar un viaje no hay vuelta atrás. Es decir, es muy difícil mantenerte firme en la idea de regresar al punto de partida. El camino que recorres en tu viaje tiene piedras con las que tropezarás, baches en los que caerás, escenas preciosas qué admirar, caminantes [¿quién diría?] qué conocer, tiempo para madurar, circunstancias que contarás después a quien le interese escucharlas, sentimientos por conocer, aires diferentes qué respirar, enseñanzas que no hubieras encontrado sentado como estabas antes de comenzar. No quiero ser un ente aletargado que camina sin girar la vista. No quiero ser torpe y no aprende del camino. Soy ostentoso al llamar torpe y aletargado a quien no piensa como yo... pero ya lo escribí... Volteo a mi alrededor y me detengo a pensar. Abro bien los ojos para apreciar las piedras, los baches, las escenas, los caminantes, el tiempo... aaahhh el tiempo. No se si odiarlo o agradecerle. Pego un profundo respiro y me elevo en estos nuevos aires. Gracias, tiempo, vuelve cada que puedas, sólo para platicar y recordar épocas pasadas.

2 comentarios:

otra marie dijo...

... yo confio en mis pies, somos complices... "vagar en silencio y fluir"... yo tambien creo que la vida es moverse... aunque hay hermosas raices en arboles sabios...demonios mas de este viaje !!... porque mejor no dejo el teclado...

otra marie dijo...

... y me quede pensando...