Creo que mi imaginación me juega malas pasadas. Parece que lo que me parece no es la realidad. Creí ver cosas donde no hay nada. Vi cines, vi charlas, vi quehaceres propios de la palabra tabú. Vi... pero, claro, imaginé. ¿Ahora qué? Nada... dejar de imaginar. Vivir. Seguir por ahí.
Sería la cara seria al caminar solo, o la facha de despreocupación, tal vez simplemente a veces no pasa nada. Será tal vez que hasta ahora el alcohol en mi sangre ha disminuído por fin después de "A $15 la caguama" y las alusinaciones han pasado. Será que inventé pasajes futuros en mi vida (otra vez).
¿Será tiempo de dejar de ver cosas donde no las hay? Dan ganas de decir que no. Sigo en entrenamiento... tal vez ésto sea parte de él.
Suele suceder... suele sucederme a mi que a la mínima invitación comienzo a caminar acompañado a todos lados. No se me ve con alguien pero yo comparto mi día con una sombra. Y se está haciendo costumbre.
1 comentario:
"Nada sale como lo planeamos".... eso es algo que aprendi hace 7 meses... en vez de planear.. dejale tantito a la espontaneidad...
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