sábado, 26 de agosto de 2006

Don Nabor Nepomuzeno

Hoy empecé a escribir... no sé si es una novelilla... o un cuento corto... o qué mafufada de ese tipo... pero el pedo es que lo dejé porque me desesperó que tardaba mucho en escribir mis ideas a mano y me harté.
En este momento no escribiré nada acá... completo, pero es que hay veces que me invento historias, pequeñas historias, tal vez sean sólo escenas, pero que me urge sacarlas de un modo. Como la del Vampiro que escribí alguna vez. De hecho no tiene patas ni cabeza pero necesito acomodarlo de algún modo para escribirlo.
Es que de repente llegó Don Nabor Nepomuzeno y se me presentó en forma intangible dentro de mi cabeza y me contó cómo se sentía y qué le pasaba. Me contó que él se encarga de recordarles a los pobladores de Aguacatos, el pueblo donde vive, detalles minúsculos pero necesarios para no permanecer como República independiente de México. Aguacatos es un pueblo muuuy pequeño del interior de la República Mexicana apartado de todo a donde no llegan los recordatorios de la fecha en que deben cambiarse los relojes para el horario de verano, que hubo cambio de Presidente Federal, que Backstreet Boys se desintegró y toda la información crucial para el orden de la sociedad aguacatence por el estilo.
Don Nabor Nepomuzeno acaba de regresar después de siete años de haber desaparecido del pueblo y se le organizó todo una verbena en festejo de su regreso a la cual asistió hasta Ernesto Donseñor, quien funge como representante de la autoridad máxima dentro de Aguacatos. Me contó que la familia Donseñor son los representantes de la alta sociedad en el lugar. Son dueños de la única hacienda (la Hacienda Donseñor) en Aguacatos.
No faltó nadie al gran evento... sólo Don Nabor... y nadie lo notó. Me explicó que la gente no festeja en realidad su regreso, sino el regreso de la información de lejos. En realidad celebran que alguien irá cada mes a la capital a enterarse de las cosas de que había qué enterarse. Nadie quiere hacer cuatro días en burro de viaje.
Don Nabor es serio, de mirada baja que no busca los ojos.
Al preguntarle qué hizo esos siete años o dónde estuvo no dijo más que -"fui a pensar"-.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

aaaa me super encanto.

Yomera dijo...

Tienes talento niño! si algún día te decides y quieres lanzarte al estrellato, avisame, en serio, sería un placer apoyarte...