Parece que ya disfruto más de estar del otro lado de la puerta. Del otro lado donde nadie me conoce y todo es diferente. Ayer, al cerrar la puerta de ida acudí al concierto de la mar. Y fue la más bella manifestación de fuerza y entrega que pude haber visto ese momento. El mar desviviéndose para acercarse lo imposible a las rocas y las rocas respondiendo con un sonido comparable con ovaciones al rodar hacia el agua. En una orilla, fuera del escenario, un gran grupo de gaviotas poniéndose de acuerdo para entrar en escena. -"Primero tú, luego yo..."- -"¡Ya seguimos!"- Y ahí vienen en una coordinación imperfectamente hermosa... y de nuevo la ovación de las rocas y el canto de las olas.
-"Me llaman del otro lado pero regresaré. Muchas gracias por ensayar ésto para hoy a las 4:25pm. Gracias... gracias... gracias... "-.
1 comentario:
:D
Publicar un comentario