Diferente

Siempre ha tenido detalles diferentes a los demás. A veces le engullesen y hasta roza en la vanidad, a veces lo retraen o alejan del mundo. Tantas pláticas interminables de carros con motores arreglados y espoilers… o spoilers. El Cabrito ya no es seleccionado. King of Fighters es el mejor juego jamás ideado o también está el buen Killer Instints. Que las carreras de los jueves (o domingos) en el Aeropuerto… que la Baja 1000… que cómo va la liguilla… el béisbol… que cómo se puso el B. O. A. el otro día… que Las Ventanas estaba hasta las madres de gente… que el nuevo antro… que las raíces del punk o el ska o el reggae… y él simplemente callado con cara de “Mmmhhh… deja me acuerdo y ahorita te digo” esperando que alguien haga un comentario para sólo escuchar la conversación. ¿A quién le interesa el comportamiento humano? ¿A quién le importa la filosofía? ¿Quién se fija en tantas cosas que están tan dichas ya? ¿Quién quiere hacer reflexiones (o mencionarlas) acerca de los acontecimientos diarios? Si tenemos tan claro que lo importante es lo que vemos, oímos, tocamos, probamos y olemos. “Mmmhhh… a mí”, dice en voz baja. Qué mejor que ver el vapor del café… o, mejor aún, notar cómo distorsiona el aire con su paso. Qué reto más divertido que caminar el mayor tiempo posible sin pisar las líneas en la banqueta… huy… hay rajadas en el concreto, ¿cuentan como líneas? Qué deseo más frustrado que el de mirar más de cinco segundos los ojos de un desconocido. Qué mejor que la lluvia. Qué cosa más bella que el cielo a las 7:00pm en verano. Le encanta buscarle dos caras a las cosas, buscar más de dos opciones a los dilemas (un “sí” y un “no” no lo convencen tan fácilmente). De hecho, es tanta su manía por buscarle dos caras a las cosas, que piensa que cómo él son la mayoría de las personas y así desaparece su sentimiento de diferencia. ¿Por qué sería él el único en sentirse así?