martes, 18 de julio de 2006

Sin título 2

No puedo dejar de pensar en aquella mujer de muy baja estatura a la que nunca le vi los ojos porque siempre usó lentes oscuros. Era locutora de radio, no recuerdo mucho de su físico pero estoy seguro de que era morena y tenía cabello lasio y muy muy negro y brilloso.
Bajo alguna circunstancia que no recuerdo tenía una cita con ella a las 4pm para conocerla con algún pretexto creo que algo así como que gané un concurso para conocer a mi locutor favorito o algo así.
Fui a buscarla a algún edificio pequeño con un árbol en la acera de enfrente y la mandé llamar pero era demasiado temprano, era de mañana todavía. No la conocía hasta entonces pero cuando la ví todo se volvió como automático. No sabía con claridad lo que haría pero me encantaba estar con ella. Era tan bonita. No le dije que era yo quien la vería a las 4pm.
Lo mejor fue que, al parecer, ella también se sentía bien estando conmigo. Hablamos mucho yo qué sé de qué hasta que llegó la hora en que tenía una cita con algún radioescucha desconocido. Su rostro y expresiones corporales delataban un enorme gusto por no tener que ir a dicha cita, ya estaba conmigo.
Le conté que no tenía siguiéndo sus transmisiones años, que sólo había escuchado su programa una vez y ni siquiera fue completo... sólo el momento en que se despedía del público. Le conté que en ese momento necesité conocerla y participé en el concurso y gané. Reaccionó como si hubiera declarado que tengo años enamorado de ella pero qué más da... para el caso la reacción fue perfecta.
En ese momento salió un grupo de tres gatos con cabezas gigantes de atrás del edificio y me miraron con unos ojos tan enormes pero tan adictivos que no separé mi vista de ellos. Parecían agradecerme haber llegado esa mañana a buscar a la mujer bajita de pelo hermoso y haber dicho que la acababa de conocer por radio y que me urgía conocerla. De un momento a otro logré ver en aquellos ojos felino algo más que pupilas. No entendía por qué reflejaban, los de uno un cielo con nubes y los otros algún extraño óleo con pilares romanos que nunca he visto en mi vida. No entendía pero supuse que me regalaban tal visión como agradecimiento a mis recientes acciones y me sentí tan tranquilo... feliz.
7:29am. Vida real. Mi cuarto. La colcha hecha bolas. El abanico girando. La ropa sucia tirada en todos lados. El despertador sonaría en un minuto. Quiero volver con ella... quiero regresar... zzz.... [tut... tut tut... tutu tutu... tutu tu...]... al diablo, quiero estar con ella y sus gatos... me levanto más tarde. 8:20am... la alarma de nuevo... está bien. Adiós, preciosa.... espero que regreses alguna de estas noches.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

te crees mucho porque escribes bien? he? he?

La yo dijo...

Ah... tons fue un sueño?? Uno muy raro, por cierto.. La verdad que sí... deberías ser escritor!

marches! dijo...

todos tenemos algo de escritores, pq tenemos historias autenticas nuestras vidas y nuestros amores.. para conveniencia o desgracia, pero en fin ya cada quien decide como contarla.

saludos

Masiosare dijo...

¡Muy bueno! Eso de los gatos delata exceso de cannabis.

otra marie dijo...

genial... que padre texto... te saludo de madrugada, espero estes bien, ya casi acaban las vacaciones... un abrazo y muchos saludos atrasados :D