Ayer me disfrazé de Alonso Manrique y sufrí del desprecio de la gente de Torremala. Todos creían que negaba la paternidad que Marta Ezquivel me achacaba con la mano en su barriga.
Ayer me creí un presidiario novato en medio de una revuelta de reos, golpeado y manchado de sangre. Descalso en el lodo del patio de la penitenciaría.
Ayer renuncié a mi empleo y decidí tomar unos tragos con mi mejor amiga vertiendo en sus oídos mis quejas y angustias.
Ayer disfruté de las mieles de ir un 0.8% arriba de mi contrincante y lo amargo de un cierre en mi contra. He decidido impugnar y convoqué el sábado a todos mis simpatisantes en el Zócalo de la Cd. de México.
Ayer me convertí en un investigador de Readder's Diggest en Canadá buscando cuál era la ciudad del mundo con gente más amable.
Mietras tenga ojos y oídos seguiré invadiendo vidas... juar juar juar.
2 comentarios:
:)
ayer fui todo y ayer mismo...
fui nada...
Ay, que chilo! No se me hubiera ocurrido... qué cura es ser todo y nada a la vez.. en tu cabeza puedes ser todo lo que quieras y es bueno porque lo haces sin riesgos y vas a dónde quieras.. :) qué ocurrente..
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