domingo, 31 de mayo de 2009
Distracciones eréctiles
Este resumen no está disponible. Haz clic
aquí para ver la publicación.
De las tocadas, toquines y desenmascarados
Hace doce años me inicié en las tocadas. En esos tiempos, el lugar de siempre era Las Láminas (en la Calle Bravo), de vez en cuando en el Café Literario del Teatro del Estado. En ese momento el mayor movimiento era el del punk rock, supongo que con sus variantes, pero nunca me las he aprendido ni las identifico...
A los 13 años, un viernes de toquín me hacía "disfrazarme" para la ocación. Nunca fui punk pero en ese momento me ponía unos converse negros lisos de gamusa con una estrella blanca al lado (como todos, ¿no?), mis pantalones negros cortados como shorts largos [qué contradictorio] y alguna camiseta negra que llegara a mis manos, ya sea la de The Doors (que me regaló Rufo), la de Spiderman (que le regalé a Rufo) o la de Moses 84 (una camiseta que ahora cualquiera podría clasificarla como de la moda vintage, pero en ese momento ni sabía que tenía nombre traer una camiseta que se trasluce de vieja... le perteneció al Tío Moisés y el 84 era por el año... lo vintage se lo ganó con los años).
Era de todas las semanas ir a Las Láminas, La Pérgola, al estacionamiento de La Voz, ir a San Luis Río Colorado, Son., terrenos prestados perdidos dentro de alguna colonia perdida en la memoria a ver a Superverde, Taladro, Dead Stanleys, Left Behind, Kafig Zucth, Arsenal; luego, casi al mismo tiempo el ambiente ska/reggae con Lucid, Chelsea, Los Chapulines, Revolver...
Por la uni y por distanciarme de mis camaradas con los que hiba a los toquines, dejé de enterarme de la evolución de todos estos movimientos. Una vez fui a ver a Sekta Core y tocó Shelsea... todos eran nuevos... niguno conocido, solo integrantes nuevos. Todo cambiaba y ya no sabía en qué momento me quedé yo.
Ahora vuelvo tres años de estar perdido del mundo y todo es diferente... ahora la onda es cantar con sentimiento... digamos como que medio triste y medio enojado... pero siempre viéndote bonito.
Anoche conocí a Insite, tocan con mucha calidad, independientemente de que el género no me agrada. Un amigo en Ensenada, B. C. me dijo que ansiaba el momento de intimar con la violinista de Insite y no supe de lo que hablaba... ahora caigo.
Separados por unos barandales blancos de metal, los asistentes mayores de edad eramos un escaso 20% del total del público y nos mantenían separados para controlar la venta del alcohol (a $15.00 el bote... estuvo bien). Los morritos hacían buen desmadre... me acordé de los viejos tiempos cuando aguantaba muchas vueltas en el slam y cuando me valía quién tocara, sino la brincada, empujones, jalones, codazos y puñetazos que levantaban.
Todo cambia... todos cambiamos...
También anoche tuve el gusto de conocer a dos personas que tocan en un grupo que se llama Autocinema. Cuando les pregunté qué género tocaban me llevé una sorpresa bien chingona. La respuesta fue "pop/punk". Así... sin más... sin nada de nada... "pop/punk". Nunca pensé conocer a alguien que tocara música no-ruda y que no intentara pasar por rudo. Ser lo que se es sin taparlo no es mas ni menos que la pura neta... me quito el sombrero por aquellos que caminan sin máscaras.
Algún día andaré bichi por la calle... y estaré muy bien.
jueves, 7 de mayo de 2009
Lo que se es (o Definiciones incorrectas)
Eres el brazo que recargo en la puerta del carro cuando manejo y que se quema más que el otro; eres mis ojos cuando veo, cuando leo, cuando hago bizcos, cuando no cierran en estas noches en que no duermo bien, por el asma, por el trabajo o por esta sensasión de no saber lo que siento; eres mis manos cuando escribo, cuando hago trazos en AutoCAD, cuando señalo; eres mis pies cuando uso sandalias, cuando me baño y casi nunca los tallo, cuando tengo que pararme y cuando corro; eres mi nariz, mi boca, mi tórax, mis piernas, mis venas, mis músculos, mis huesos, cada órgano y cada tejido.
Eres cada momento de necesidad, eres mi refugio de la tormenta, eres mi pecho cálido, eres mi lugar seguro, eres mi tranquilidad, lo que me hace creer que soy más fuerte que cualquiera, eres mi todo en los momentos cuando no tengo nada, eres el cielo al que volteo cuando estoy derrotado.
No quiero definir así la palabra tabú. Ya no quiero. No es bueno para nadie.
Aunque despierten cosas... cosas...
com le romach on galilé...
domingo, 3 de mayo de 2009
Algún lugar encontraré
Ahora sólo soy yo y no sé qué hacer.
Estoy en un sobreruedas y mi madre me ha extraviado. ¿Qué hago? Lo primero: no perder la calma. SERENIDAD (mi palabra favorita). Tranquilo, si te quedas quieto, callado, sin llorar, gritar o patalear, tal vez todo pase en un rato y sin necesidad de haber hecho el ridículo.
No me voy a mover... no voy a decir nada... sólo estaré aquí, escuchando "Algún lugar encontraré" con León Gieco.
Me encuentran rápido o debo aprender a vivir por mi cuenta.
[Un ángel me vino a buscar, igual no lo quiero seguir]
Toda la vida he vivido bajo esta sombra y ahora que el Sol me bendice no sé si están bien las cosas.
[Será que las cosas no vuelven al mismo lugar... pero igual, igual, algún lugar encontraré]
Es una oportunidad que he esperado tanto... tanto... no sé qué hacer con ella. Me da miedo ser yo sólo quien tome mis desiciones. temo a darme cuenta de que yo no soy yo, sino lo que quise ser todo este tiempo.
[Perdí noción del tiempo y el lugar, no sé ni dónde tengo la nariz]
Yo estoy en mis manos... qué miedo... qué nostalgia...
... así debe ser y así debo aprender.
Nada... nada de nada.
A veces mucho.
¡Puta madre!
¿Qué digo?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)