lunes, 11 de febrero de 2008

Pendiendo de los piercings


El martes de hace dos semanas, aprovechando la barata de una conocida taquería en Ensenada, desayuné dos tacos de pescado y para evitar el mal aliento compré un paquete de chicles que están colocados estratégicamente frente a la caja donde pagas. Aun no daba la tercer mascada y la masa aun endurecida de la goma se pegó a mi arete en la lengua. Una fuerte mascada provocó la pérdida de aproximadamente una cuarta parte de una de mis muelas. No hubo tanto dolor como supongo que debió haber habido, pero al escupir en mi mano el fragmento de diente tomé la firme determinación de quitarme para siempre el arete de mi lengua... por este diente y por las muchas otras veces que había pasado lo mismo pero no tan grave.
Un mes antes de eso, la Srita. Jamona extravió "sin querer" (aun tengo mis dudas) mi arete del labio y desde entonces no lo usaba. Por el "quita-pon" del arete de la oreja izquierda por el trabajo me enfado y pasan días sin que lo use. De repente me di cuenta de que había dejado de usar todos mis aretes después de tres años de portarlos.

Tal vez por miedo a sentirme "Señor Real", por amarrarme a mi casi esfumada adolescencia... bueno... ya es hora... ya son 23 años... el asunto es que decidí comprarme un nuevo arete del labio, otro de la lengua y uso más seguido el de la oreja.

¡Necesito sentirme joven porque a veces se me olvida!

Lo que sí nunca nos quitaremos será la marca del Guerrero Tecate

Tal vez no es un gran post pero quise escribirlo...

1 comentario:

Bioariel dijo...

el chiste es ese... nomas escribir por gusto, no solo porque los demas piensen que es un "gran psot" como dices tu.
B ienvenido ala afterlife Zombie