Sentía algo… las cosas no estaban del todo bien. Una sensación, un sentimiento… algo. ¿Cómo se llama? ¿Qué nombre tiene esto?
Tratando de drenarlo mediante las palabras creía que las cosas debían ser encaminadas hacia una depresión, tristeza. Buscando una razón encontré la que podía ser la más obvia: su ausencia.
Pero esta explicación no era la que buscaba y al final no lograba drenar nada. No salía la sensación a la luz. No era depresión lo que definía esto. ¿Entonces qué es?
¿Vacío? No… en este momento ni siquiera pensaba en lo pleno o vacío que me encontraba, eso no originaba mi malestar. Estrés… definitivamente me sentía estresado pero cuando estoy estresado me comporto diferente, son otras mis reacciones… no, no es eso.
Una sospecha… una palabra aparece detrás de mis ojos y creo que es la que define bien mi sentir.
Busco su definición. El Diccionario Psicológico en línea me da la razón. He ahí… ya sé cómo se llama el pinche alien que traigo entre las costillas empujando hacia fuera.
Ansiedad. Miedo anticipado a padecer un daño o desgracia futuros, acompañada de un sentimiento de temor o de síntomas somáticos de tensión.
Miedo, sí… eso siento al manejar mi carro por las calles. Temor… sí. Esas ideas me poseen.
Anoche, como en aquel cómic leído a los 13 años: Mundos en Colisión (muy bueno, por cierto), al caer en mi cama y entrar en lo profundo de mi sueño (casi inmediatamente) despierto en Mexicali. No me veo a mí, no soy espectador en el sueño, son mis ojos los que ven todo. Estoy caminando en la acera oeste en el Blvd. Benito Juárez hacia el Norte, justo enfrente del restaurante China House. Un estruendo en el cielo me hace voltear. Un avión inmenso, supongo que de pasajeros, se desploma a una velocidad increíble en algún punto detrás del restaurante Pampas, muy cerca de donde yo estoy parado. Seguido del sonido del impacto se ve una nube de fuego, humo y polvo elevarse cada vez más alto rápidamente en el cielo. Sigo viendo. Me siento tan aterrorizado como un perro recién atropellado. Pienso de repente en las cientos de personas que están muriendo ahí dentro del avión y me entristezco y siento una gran pena por ellas. No quito la vista de la escena. Un centenar de objetos, entre escombros, rocas y partes de avión, son proyectados hacia donde estoy yo y otros caminantes. Volteo mi cuerpo entero y cierro los ojos apretados. El aire empujado por la explosión me empuja y no siento ningún golpe en el cuerpo… no sé si voltear a ver de nuevo o seguir cubriéndome. Escucho un nuevo estruendo sobre mí y una enorme hoja de yeso con emplaste, parte de la fachada del China House, me cae encima justo sobre el cuello y comienza de alguna forma que no entiendo a estrangularme. Ahora estoy tirado intentando inútilmente safarme de esta situación que me asfixia. Las personas a mi alrededor que se encuentran a salvo me ayudan y logro salir. Estoy confundido, totalmente alterado y asustado.
Justo después me encuentro completamente a salvo. Lejos de aquel pasaje. Dentro de una casa que no conozco, mejor dicho en un pasillo trasero fuera de esta casa. Dentro veo a esta muchacha. Conocida para mí. Inexplicablemente soy inquilino en unos cuartos de renta en la parte trasera de su casa. La veo a través de unos enormes vitrales y me doy cuenta de que me gusta mucho. Me llegan recuerdos que no conocía de anteriores desprecios hacia mí. Persiste, aunque más leve, el terror del accidente con el avión y aunado ahora a eso siento el rechazo de este personaje. La desilusión. Me dirijo hacia la calle por un pasillo lateral y al abrir la reja escucho que me llama. -¡Roberto!- Me saltan mis adentros. Volteo con un movimiento tosco, sin mover el cuello, sino el cuerpo entero y la miro. -Cierra bien la reja cuando salgas-. Ahora es profunda tristeza. Esos subires y bajares en el ánimo siempre han sido terribles para mí, torturantes. Me giro de nuevo, salgo y cierro bien la reja. Me despierto después con un salto en mi cama media hora antes de que mi despertador suene.
Antes quería estar dormido y escapar. En ese momento no encontraba la esquina dónde esconderme de aquello que sentía. ¿Dónde? ¿Qué oscuro rincón puede ser mi lugar secreto donde no me encuentre esa pinche sensación?
Dan las 6:00am y a bañarme para empezar de nuevo.