Desde que entré a la universidad me aislé del mundo declarándome en un total desinterés por ver televisión, oír radio, leer periódicos o cualquier otro medio de comunicación masivo. Solía pensar que todo lo que podía ver en televisión o en cualquier noticiero sería solamente grilla política, propaganda idiota y demás basura por el estilo. Poco a poco me fui dando cuenta, por comentarios de maestros y compañeros en clase, de que no me enteraba de muchas cosas que ocurrían en el mundo y que probablemente sí eran de mi interés.
Así me pasó de sapersivida la noticia del grupo Sangre en Mexicali que se dedicaba a matar a quién le hiciera cambio de luces por la calle y que, según sé, terminó siendo no más que una broma de mal gusto. Tampoco me enteré de absolutamente nada acerca del famoso tsunami en Asia (¿o dónde fue?). No me interesé en absoluto por las elecciones presidenciales pasadas y muchas otras cosas que, por consiguiente, no tengo idea que me perdí.
Hasta que una noche antes de dormir encendí la tele en el noticiero de Joaquín López Dóriga y me enteré de que unos pescadores de San Blas se habían perdido y que habían aparecido no sé cuánto tiempo después en Australia... luego de que una mina colapsó por negligencia de las autoridades en seguridad y dejado enterrados a decenas de trabajadores en Coahuila.
Ahora lo del conflicto en Oaxaca... me hizo pensar en los cientos de artículos periodísticos que nunca saltarán al panorama nacional. Los medios juegan con los sucesos como mago Berlín con el dragón a quien, por arte de magia, duerme y ni quién se acuerde de que hay gente muriendo en el olvido. Zonas que no existen hasta que las manos arriba de los títeres necesiten desviar nuestra atención poniendo una cámara donde las escenas puedan robarnos el sentido y el entendimiento.
Chiapas ahí sigue, Tamaulipas sigue, Juárez sigue, los mexicanos siguen muriendo cada año en las sierras por las intensas heladas, ahí sigue el mundo entero. Oaxaca seguirá pero se volverá aburrido para el televidente e incómodo para el mandatario y así saltaremos de noticia en noticia hasta sepultar "las que ya a nadie le interesan".
Siempre habrá algún chupacabras para distraernos.
